El municipio de La Costa intensifica sus preparativos para la temporada veraniega con una serie de capacitaciones estratégicas para su personal de Ordenamiento Urbano y Control, aunque surgen interrogantes sobre el impacto que tendrá la actual situación económica en el flujo turístico.
Bajo la dirección de Luciano Graña, el personal participó en Costa del Este de una importante jornada centrada en tránsito y seguridad vial.
El Secretario Adrián González confirmó que el Operativo de Seguridad en Playa ya está activo desde mediados de noviembre, con una incorporación progresiva de guardavidas que alcanzará su plantilla completa el 1 de enero.
La administración municipal ha iniciado también los controles bromatológicos y la evaluación de factibilidades para comerciantes, elementos cruciales para garantizar la calidad de servicios.
La siguiente etapa contempla capacitaciones intensivas para los nuevos efectores, que incluirán formación teórica y práctica junto al personal del Juzgado de Faltas, preparándose así para los desafíos que presenta el control de áreas peatonales y estacionamiento.
Ante la compleja situación económica, el municipio ha reforzado su estrategia duplicando el personal durante los fines de semana para garantizar controles efectivos.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿Podrá el personal mantener la calidad de estos servicios ante un posible aumento en la demanda de turistas que, afectados por la inflación, podrían optar por destinos nacionales en lugar de internacionales?
La nota se desarrolla en medio de expectativas mixtas para una temporada que promete ser particular en el contexto económico actual argentino, donde la eficiencia en la gestión de recursos humanos será clave para mantener los estándares de servicio.
Mensaje:
Ordenamiento Urbano debería evolucionar de un rol meramente fiscalizador a uno de servicio integral, donde sus agentes actúen como verdaderos embajadores turísticos: orientando sobre atractivos locales, asistiendo en emergencias, facilitando información sobre servicios y garantizando una experiencia positiva para el visitante. La función recaudatoria debería ser secundaria frente al objetivo principal de asegurar el bienestar y la satisfacción del turista.