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Por Guillermo Apdepnur

En medio de una creciente tensión interna, Unión por la Patria (UxP) ha iniciado un proceso de reconstrucción política que busca reafirmar la unidad como condición innegociable para enfrentar el escenario electoral de 2025. En este contexto, la expresidenta y titular del PJ, Cristina Fernández de Kirchner, y el gobernador Axel Kicillof, protagonizaron sendos gestos de contención y apertura hacia sus respectivos sectores, en un intento por enfriar la escalada discursiva y evitar una fractura en el oficialismo bonaerense.

Con la mira puesta en limitar el poder legislativo de Javier Milei en 2026, Cristina Kirchner reunió a intendentes del conurbano bonaerense y referentes legislativos en la sede del sindicato de Anses, donde ratificó que el camino a seguir es la unidad. La reunión incluyó figuras de peso como Mariel Fernández (Moreno), Mayra Mendoza (Quilmes), y Federico Otermín (Lomas de Zamora), quienes coincidieron en que “el enemigo es Milei” y no los matices internos del peronismo.

La posición de Cristina no es menor: su planteo de elecciones concurrentes en la provincia de Buenos Aires —como herramienta para maximizar el arrastre nacional y cohesionar el voto oficialista— apunta no solo a una estrategia electoral eficaz, sino también a evitar divisiones innecesarias. Aunque evitó hablar de ruptura con el gobernador, su entorno no descarta que ella misma encabece una lista como candidata a diputada provincial por la Tercera sección electoral, en un claro mensaje de liderazgo activo.

En paralelo, el gobernador Axel Kicillof también tendió puentes. Desde Mar del Plata, en un acto con la UOM, reiteró su compromiso con la unidad, aunque defendió la decisión de desdoblar las elecciones y fijar la fecha provincial para el 7 de septiembre. Esta determinación, respaldada por más de 40 intendentes peronistas y acompañada por 27 alcaldes del radicalismo, fue presentada como una herramienta para “defender a la provincia” y su modelo de gestión.

El debate entre elecciones concurrentes y desdobladas ha puesto en tensión dos visiones estratégicas dentro de UxP, aunque ambas se reconocen dentro del mismo proyecto político. En ese marco, el rol de los intendentes —particularmente los de la Quinta Sección Electoral— resulta central. No sólo como articuladores territoriales capaces de leer el pulso de las bases, sino también como actores clave en la gobernabilidad local y en la capacidad de movilización del peronismo.

El intendente de San Vicente, Nicolás Mantegazza, fue tajante: “Cuando muchos dudan, hay quienes siguen marcando el rumbo. Cristina lo hace con la responsabilidad de cuidar la unidad”. En la misma sintonía, Mariel Fernández (Moreno) remarcó la madurez política de la exmandataria y llamó a sostener el diálogo con el gobierno bonaerense para preservar el frente común.

A nivel legislativo, el proyecto impulsado por Teresa García y Facundo Tignanelli para suspender las PASO y establecer comicios concurrentes no encuentra aún los consensos necesarios, especialmente fuera del ala kirchnerista. La postura del Frente Renovador y del núcleo kicillofista aún es de cautela, y en la oposición se evita colaborar con lo que se percibe como una interna peronista.

Mientras tanto, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, avanza con la logística electoral junto a la Casa Rosada, demostrando que el desdoblamiento no solo es una decisión política, sino una estructura en ejecución.

Este viernes, el esperado encuentro entre Kicillof y los intendentes del Movimiento de los Fundadores (MDF) en La Plata podría marcar un punto de inflexión. La foto conjunta, pensada para mostrar músculo territorial, busca cerrar filas y blindar la estrategia provincial frente a las tensiones internas y a la embestida opositora.

La reconstrucción de Unión por la Patria exige mucho más que acuerdos de cúpula: necesita cohesión, diálogo y una hoja de ruta común. En ese camino, la Quinta Sección Electoral emerge como un eje clave para traccionar votos, ordenar las bases y proyectar gobernabilidad. Lo que está en juego no es solo una elección: es la capacidad del peronismo de reconfigurarse como alternativa real frente a un oficialismo nacional cada vez más confrontativo y centralizador. La unidad, en este contexto, ya no es solo una consigna: es una necesidad política.