
En un contexto donde muchas instituciones deportivas de base enfrentan dificultades para acceder a fondos estatales o privados que les permitan sostener y ampliar sus actividades, la Municipalidad de La Costa decidió marcar la diferencia con una política concreta: destinar parte de los recursos recaudados durante la temporada 2024-2025 por la Asociación de Vendedores Ambulantes de Playa de la zona sur a fortalecer el entramado deportivo local.
La entrega de subsidios a la Asociación de Bochas de La Costa y al Club Atlético Jóvenes Unidos (CAJU) se realizó durante una reunión llevada a cabo en el Centro de Monitoreo de San Bernardo, en un clima de reconocimiento mutuo y planificación colectiva. El encuentro, encabezado por el intendente Juan de Jesús, puso en valor tanto el compromiso del Estado local como el de los trabajadores informales de la economía estival, cuyo aporte fue clave para sostener estas iniciativas.

“El deporte, la educación y la salud son pilares de nuestra gestión. Hoy estamos acompañando a las instituciones que trabajan con nuestros pibes y pibas, y que construyen comunidad desde la solidaridad. Es necesario también agradecer a la Asociación de Vendedores Ambulantes de Playa, que cada verano destina parte de sus ingresos para apoyar estas iniciativas”, señaló el intendente, destacando una sinergia poco frecuente entre actores municipales, asociaciones civiles y trabajadores autogestionados.
Los subsidios no solo representan una inyección económica inmediata, sino que operan como un salvavidas estratégico en un escenario donde los costos de competencia, transporte, infraestructura y arbitrajes se han vuelto una carga difícil de afrontar.
“Gracias a la Municipalidad, al intendente y a María Laura Escalante que nos recibieron, pudimos visibilizar nuestro trabajo y manifestar nuestras necesidades como asociación. Recibir esta ayuda económica por parte de los vendedores ambulantes nos permite seguir creciendo y afrontar el Campeonato Provincial y los torneos del año”, explicó emocionado Damián Villalba, presidente de la Asociación de Bochas.
Por su parte, desde el CAJU, su vicepresidente Jonathan Martino destacó: “La competición tiene muchos costos: árbitros, liga, viajes cuando jugamos de visitantes, etc. Esta ayuda económica nos permite seguir creciendo y sostener lo que venimos haciendo, siempre pensando en nuestras pibas y nuestros pibes”.
La política de reinversión comunitaria de los ingresos obtenidos en la temporada estival evidencia una planificación con mirada social. No solo se trata de redistribuir lo recaudado, sino de vincular directamente esos fondos con actividades que generan pertenencia, identidad y desarrollo a largo plazo.
En un contexto nacional en el que muchos municipios recortan o relegan los subsidios a actividades culturales y deportivas, el caso de La Costa representa un modelo de gestión local comprometida, donde los fondos recaudados tienen un destino claro, necesario y transformador.