
Rosca al rojo vivo: el avance de LLA obliga a reconfigura las alianzas y acelera la jugada de Schiaretti y Manes
A días del cierre de listas para las legislativas 2025, la política argentina se encuentra en un momento bisagra: el ascenso de La Libertad Avanza obliga al PJ, la UCR y el PRO a revisar estrategias, mientras Juan Schiaretti y Facundo Manes salen del off y oficializan en La Plata un frente transversal que busca disputar el centro político y romper con la polarización.

Con el tablero político convulsionado por la expansión territorial y discursiva de Javier Milei, las estructuras tradicionales enfrentan un dilema estratégico: resistir desde sus marcas o reinventarse. En este escenario, el exgobernador cordobés Juan Schiaretti y el diputado radical Facundo Manes preparan una foto que, más que simbólica, busca marcar la cancha. Este jueves, desde La Plata, oficializarán su proyecto de “vía del medio” con miras al 2027, pero sin descuidar el reacomodo inmediato que exige la elección legislativa.
El encuentro se realizará en el Centro Cultural Malvinas Argentinas, en formato de conversatorio, con discurso abierto al público. Pero puertas adentro, el mensaje será claro: ni con el kirchnerismo residual ni con el mileísmo arrasador. La jugada apunta a captar al electorado huérfano del centro político, justo cuando en el peronismo bonaerense reina la incertidumbre tras la sentencia judicial a Cristina Fernández de Kirchner y la interna por la conducción del espacio.
En simultáneo, Juntos por el Cambio, ya inexistente como sello nacional, navega aguas divididas. Un sector coquetea con la fusión a ciegas con LLA —al costo de diluir identidad—, mientras otros resisten a la presión de Karina Milei, que exige “entregarse por completo” al proyecto libertario. La fragmentación beneficia a quienes se posicionan como tercera opción, y Schiaretti lo sabe.

Mientras tanto, el armado territorial avanza. El intendente de Tigre, Julio Zamora, reunirá este miércoles a jefes comunales de la Provincia de Buenos Aires para acordar presencia en el acto platense. Algunos nombres ya están sobre la mesa: Guillermo Britos (Chivilcoy), Salvador Serenal (Lincoln), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Joaquín de la Torre, entre otros. La transversalidad es el activo.
Córdoba, bastión natural de Schiaretti, queda en pausa táctica. La prioridad inmediata es Buenos Aires y la Ciudad Autónoma. Santa Fe también se mueve, con contactos fluidos entre el radicalismo y el schiarettismo.
Lo que hasta hace semanas parecía un laboratorio político discreto, ahora busca instalarse como una tercera vía real en la elección más incierta desde 2001. La urgencia de los cierres de listas obliga a definiciones. Las estructuras tradicionales sienten que el tiempo se acaba. El mileísmo juega con la ventaja de la sorpresa y la presión mediática. La pregunta es si el nuevo centro podrá sostenerse sin quedar aplastado entre los extremos.
El jueves en La Plata se verá la primera respuesta concreta. No será solo una foto: será el intento más audaz hasta ahora de romper con la lógica de Milei o Cristina. Y quizás, el inicio de un nuevo eje en la política argentina.
En un contexto marcado por la crisis de representación y la polarización, el avance del mileísmo ha forzado una acelerada reconfiguración política de cara a las elecciones legislativas 2025, donde el cierre de listas se convirtió en una verdadera rosca política. La irrupción libertaria encabezada por Javier Milei, con el respaldo de Karina Milei, desafía la hegemonía discursiva de espacios tradicionales como el Partido Justicialista (PJ), la Unión Cívica Radical (UCR) y Propuesta Republicana (PRO), empujando a sus dirigentes a revisar alianzas y modelos. En este clima de expectativa electoral, emergen figuras como Juan Schiaretti y Facundo Manes, quienes desde el Centro Cultural Malvinas Argentinas en La Plata, promueven un frente transversal como vía del medio, apelando a la capitalización del centro político frente al retroceso del kirchnerismo y el debate del poskirchnerismo. Este nuevo modelo alternativo de país plantea una coherencia entre gestión y valores, destacando conceptos como sinceridad, certidumbre, confianza política, y el respeto a los derechos, en contraste con la presión por la absorción de identidades. La tercera vía, con actores como Julio Zamora, Guillermo Britos (Chivilcoy), Salvador Serenal (Lincoln), Nahuel Mittelbach (Florentino Ameghino), Fernando Gray (Esteban Echeverría), y Joaquín de la Torre (San Miguel), apunta a romper la lógica binaria del poder. En Tigre, se organizó un reciente encuentro municipal que prepara el terreno para un nuevo armado político. Mientras tanto, en Santa Fe, el diálogo entre Maximiliano Pullaro y sectores del cordobesismo sugiere un armado local con vistas al juego nacional. En Córdoba, el vínculo entre Manes y Myrian Prunotto contrasta con la distancia estratégica de Martín Llaryora, centrado en temas como retenciones, obra pública, salud pública y educación pública. La participación internacional de Schiaretti en ESIC University (en Madrid, España) durante una ceremonia de graduación junto a Edmundo González reforzó su perfil, dejando entrever una expectativa concreta de inserción global. Las alianzas electorales avanzan bajo la sombra de una cumbre secreta, mientras operadores políticos e interlocutores intentan evitar una mayor fragmentación de espacios y preservar la identidad partidaria frente a la creciente presión mediática. El actual calendario electoral se vive como un auténtico festival de comicios, donde la foto política, incluso en eventos como un simposio político o una disertación pública, puede definir una reaparición política, con una participación moderada pero decisiva.