
En un distrito donde el turismo lo es todo y la primera impresión cuenta, la presencia de vehículos oxidados, abandonados y cubiertos de maleza en la vía pública no solo afea el paisaje: degrada la experiencia del visitante y perjudica la convivencia urbana. Por eso, la remoción de 66 unidades en estado de abandono durante mayo, realizada por la Secretaría de Ordenamiento Urbano, no es un dato menor: es una acción estratégica.
Con operativos sostenidos desde la Dirección de Tránsito, que conduce Luciano Graña, esta política busca mucho más que liberar espacio. Se trata de embellecer las localidades, garantizar seguridad, facilitar la circulación y, sobre todo, sostener la imagen de un Partido de La Costa moderno, ordenado y hospitalario.

“En Santa Teresita detectamos una concentración preocupante de vehículos abandonados. Ahora avanzaremos en Mar del Tuyú”, explicó Graña, aludiendo a un fenómeno que atraviesa barrios donde muchas veces los vecinos no cuentan con medios para remover sus propios autos. En estos casos, interviene la plancha municipal, asistiendo y resolviendo.
Durante mayo se notificaron 79 propietarios y se removieron 66 vehículos, entre ellos muchos que llevaban años sumando óxido y maleza. No es un detalle: son 66 espacios más para estacionar, 66 focos menos de inseguridad y 66 puntos donde el visitante ahora ve una calle limpia y transitable.
En una región cuya economía depende del turismo, el orden urbano no es un lujo: es una necesidad estratégica. Y esta decisión, aunque incómoda para algunos, demuestra que se puede poner en valor lo público y mejorar el entorno sin grandes obras, sino con políticas claras y sostenidas.
El mensaje del Municipio es claro: el abandono no será tolerado. Las calles de La Costa no son depósitos. Son parte de su identidad.