En un evento que pasó casi desapercibido para la comunidad de General Lavalle, se llevó a cabo el primer Encuentro del Plan Provincial de Manejo Costero Integrado en la Casa de la Cultura.
La reunión, que pretendía abordar los desafíos costeros relacionados con el cambio climático, dejó más interrogantes que respuestas sobre el verdadero compromiso de las autoridades municipales lavallenses, con la problemática ambiental, especialmente a la luz de recientes retrocesos ecológicos en la región.
La escasa concurrencia y la notable ausencia de figuras clave de la gestión municipal pusieron en tela de juicio la importancia otorgada a este encuentro.
La falta de una difusión adecuada para un evento de tal relevancia sugiere una preocupante desconexión entre las autoridades y la comunidad en temas de vital importancia para el futuro de la región.
Mientras se discutían ambiciosos objetivos en la reunión, la realidad en las calles cuenta una historia diferente.
Fuentes confiables indican que los basurales a cielo abierto se han triplicado en los últimos meses, evidenciando una grave crisis en la gestión de residuos y un retroceso significativo en las políticas ambientales locales.
Asimismo, la gestión del recurso hídrico sigue siendo un punto crítico de preocupación. Las compuertas del canal, fundamentales para el manejo del agua dulce en la región, continúan sin un protocolo de manejo serio y responsable.
Esta situación es particularmente alarmante considerando la reciente sequía que azotó la zona meses atrás, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante la escasez de agua y la falta de planificación adecuada.
Los objetivos presentados durante el encuentro, si bien ambiciosos, contrastan fuertemente con esta realidad observable en el municipio.
La mejora en el entendimiento de los riesgos climáticos y el fortalecimiento de las capacidades locales son metas loables, pero cabe preguntarse:
¿Qué medidas concretas se han implementado hasta ahora? ¿Cuáles han sido los resultados tangibles de las acciones municipales en materia de adaptación y mitigación al cambio climático?
La falta de información sobre logros previos y la ausencia de un plan de acción concreto y medible generan escepticismo sobre la capacidad y el compromiso real del municipio para enfrentar los desafíos ambientales.
Este encuentro, que debería haber sido un hito en la planificación ambiental local, corre el riesgo de convertirse en otro ejercicio burocrático sin impacto real en la comunidad y el ecosistema costero.
Es imperativo que las autoridades municipales demuestren un compromiso más allá de la retórica, con acciones concretas, transparentes y medibles.
La comunidad merece y necesita una gestión ambiental responsable, que no solo reaccione ante los problemas, sino que se anticipe a ellos con políticas efectivas y sostenibles.
Mientras tanto, la costa bonaerense sigue enfrentando desafíos críticos relacionados con el cambio climático, agravados por la mala gestión local de residuos y recursos hídricos.
La pregunta que queda flotando en el aire es:
¿Será este encuentro el catalizador de un verdadero cambio en la gestión ambiental local, o simplemente otro capítulo en una larga historia de oportunidades perdidas y deterioro ambiental acelerado?