
Por Guillermo Apdepnur
23 de abril de 2025 –
El primer ranking de imagen de intendentes del interior bonaerense, elaborado por la consultora CB Opinión Pública, arrojó un dato que no pasa desapercibido en la Quinta Sección Electoral: el intendente de General Lavalle, Nahuel Guardia, se encuentra entre los jefes comunales peor valorados de la región. En una sección liderada por figuras de sólida imagen como Manuel Lunghi (Tandil), Santiago Reino (Balcarce) y Emilio Cordonnier (Ayacucho), la situación de Guardia es una señal de alarma que refleja no solo el desgaste de gestión, sino también una creciente pérdida de confianza social alimentada por escándalos políticos y judiciales.

Un deterioro que va más allá de lo administrativo
Las críticas hacia la administración de Guardia no se limitan a la ineficiencia en la gestión pública ni a la falta de ejecución de obras claves, como el Centro de Día —un espacio fundamental para la comunidad que sigue sin materializarse—. También pesan con fuerza una serie de episodios polémicos y judicializados que han deteriorado seriamente su imagen frente a la opinión pública.
Recientemente, el intendente fue denunciado penalmente por un vecino por una supuesta agresión física, hecho que se suma a un historial de conflictos personales y una marcada falta de empatía con diversos sectores sociales de Lavalle.
Además, varios de sus funcionarios cercanos también están envueltos en causas judiciales. Es el caso de Nicolás Toucedo, uno de sus hombres de mayor confianza, imputado por usurpación de terrenos y próximo a enfrentar juicio oral. A esto se suma la situación de personal municipal vinculado a una causa por tenencia y venta de estupefacientes, una denuncia que sacudió a la comunidad lavallense y que continúa bajo investigación.
Como si fuera poco, la reciente incorporación a la gestión local de un comisario que había sido expulsado de General Lavalle por la administración anterior y luego trasladado a Mar del Plata por orden del entonces ministro de Seguridad, Sergio Berni, generó fuerte rechazo en sectores institucionales y vecinales, que lo consideran una figura ajena a los principios de transparencia y seguridad ciudadana.
Un contraste con la gestión anterior
El contraste con la administración previa, encabezada por José Rodríguez Ponte, es contundente. El exintendente dejó la comuna con superávit fiscal y un remanente importante en cuentas bancarias, una base económica sólida que la actual gestión dilapidó sin lograr avances concretos. La falta de obras, el abandono de proyectos estratégicos y la desorganización administrativa han profundizado la crisis de representación que atraviesa Guardia.
Una imagen en caída libre
Todo este contexto ayuda a explicar el lugar que ocupa hoy el jefe comunal de Lavalle en el ranking seccional. Aunque la medición de CB es la primera entrega de una serie mensual, los datos ya reflejan un claro deterioro de su figura pública, en un distrito que demanda respuestas urgentes en términos de inclusión, transparencia y eficacia.
De no corregir el rumbo, Guardia corre el riesgo de consolidarse como uno de los intendentes con peor imagen del interior bonaerense, en un momento donde la política local ya no permite márgenes para la improvisación ni para el descuido de lo social.
FUENTE DE CONSULTA : GRUPO LA PROVINCIA