
A veces, el cuerpo avisa lo que el alma calla. Dolores que vuelven, ganas que faltan, rutinas que pesan. Para muchas personas adultas mayores, esos síntomas se volvieron parte del paisaje después de la pandemia. Pero en San Clemente del Tuyú, algo empieza a cambiar.
A partir del viernes 6 de junio, el hospital municipal se transforma en un espacio de encuentro y movimiento. Con el impulso de la Secretaría de Salud y la Secretaría de Deportes de La Costa, se pone en marcha una nueva propuesta pensada para quienes ya pasaron los 60 y quieren (o necesitan) volver a ponerse en marcha.

Cuando moverse es parte de curarse
No se trata solo de hacer ejercicio. La iniciativa nace de una observación concreta: muchas personas, incluso después de completar tratamientos de kinesiología, volvían a sentir dolor al poco tiempo. Lo contó con claridad la licenciada Marina Moretti (MP 81348), directora del hospital:
“Vimos que algo faltaba. La rehabilitación funciona, pero si después no se sigue moviendo el cuerpo, los dolores vuelven. Por eso pensamos en sumar actividad física dentro del propio hospital.”
El resultado es una propuesta tan simple como potente: martes y viernes, de 15 a 17 hs, en el hall del hospital, habrá clases especialmente diseñadas para adultos mayores. Estarán a cargo de la profesora Betiana Lobos, y contarán con el respaldo de un equipo interdisciplinario que incluye kinesiología, traumatología, clínica médica, nutrición y enfermería.
No es solo ejercicio, es volver a encontrarse
El secretario de Deportes, Gustavo Leiva, acompañó la idea desde el primer momento. El objetivo no es que nadie corra una maratón, sino que cada persona encuentre su ritmo, se escuche, y —por qué no— se ría un poco más.
“El cuerpo se recupera cuando se siente útil. Pero también cuando se comparte con otros. Hay mucha gente mayor que vive acompañada, pero está sola igual. Esta actividad es también un modo de salir de ese aislamiento”, explicó Moretti.
El viernes 6 se abrirá la inscripción y se hará un relevamiento personal. El martes 10 comienzan las actividades.
Un gesto que habla de algo más
Esta propuesta es mucho más que una clase en un hospital. Es un mensaje. Dice: “te seguimos cuidando, pero también confiamos en lo que podés hacer vos por tu salud.” Dice que envejecer no es apagarse, sino adaptarse. Y que la salud pública también puede ser cercana, sensible y activa.
Detrás de este proyecto hay profesionales que conocen a su comunidad, que escuchan, que ajustan tratamientos, que insisten. Un equipo que entiende que en la salud de los adultos mayores hay algo más profundo que medicación y diagnósticos: hay historias, hay ganas, y también hay miedos.
Y si hay algo que se aprende con los años —y con el cuerpo—, es que a veces, volver a moverse es volver a empezar.