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Guillermo F. Apdepnur

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El presidente Javier Milei ha dejado clara su postura a favor de la educación privada durante su intervención en el cierre del IEFA Latam Forum, donde realizó una dura crítica al sistema educativo público argentino, especialmente a las universidades estatales.

En su discurso, Milei sugirió que la educación privada podría ser una alternativa superior al sistema público actual, al que acusó de «lavar el cerebro de la gente» y enseñar «autores verdaderamente nefastos para la historia de la humanidad y en especial para la Argentina».

El mandatario centró sus críticas en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), cuestionando los contenidos impartidos y la prevalencia de teorías económicas que considera perjudiciales. Milei lamentó que en estas instituciones se priorice el estudio de Karl Marx sobre economistas liberales como Ludwig von Mises, a quien él considera «el mejor economista de todos los tiempos junto a Murray Newton Rothbard».

Esta postura del presidente parece indicar una preferencia por un modelo educativo más alineado con principios de libre mercado y menos dependiente del Estado. Al cuestionar la calidad y orientación ideológica de la educación pública, Milei estaría abogando indirectamente por un mayor protagonismo del sector privado en la formación de los ciudadanos argentinos.

El enfoque de Milei sugiere que las instituciones privadas podrían ofrecer una educación más diversa en términos ideológicos y potencialmente más alineada con las demandas del mercado laboral. Esta visión se enmarca en su agenda política más amplia, que busca reducir el papel del Estado en diversos sectores de la sociedad.

Los defensores de esta postura argumentan que un sistema educativo con mayor participación privada podría fomentar la competencia, mejorar la calidad educativa y ofrecer a los estudiantes una formación más acorde con las necesidades del siglo XXI. Sin embargo, los críticos advierten sobre los riesgos de limitar el acceso a la educación y profundizar las desigualdades sociales.

El debate sobre el futuro de la educación en Argentina se intensifica, mientras el gobierno de Milei parece inclinarse hacia un modelo que privilegiaría la iniciativa privada en el sector educativo, en detrimento del sistema público tradicional.