El Presidente se contactó con el candidato a presidente del Frente de Todos y sus funcionarios se reunieron con Massa.
Luego de tomar la decisión de postergar el envío del proyecto de ley al Congreso hasta encontrar consenso, el Gobierno arrancó con las conversaciones con la oposición para intentar avanzar con la refinanciación de la deuda emitida bajo jurisdicción local. Mauricio Macri se puso al frente de la estrategia y llamó a referentes opositores para dejar atrás el clima de confrontación e impulsar el diálogo.
En medio de un fuerte hermetismo, trascendió que, en los últimos días, el Presidente habló con Alberto Fernández, candidato a presidente del Frente de Todos. El contacto, como reveló Infobae, fue confirmado a Clarín por altas fuentes de Presidencia, que explicaron que el llamado obedeció a su intención de ponerlo al tanto de las medidas que iba a tomar y, al mismo tiempo, para bajar el nivel de confrontación que había vuelto a generar estragos en la economía, tras el cese del fuego electoral que se había impuesto luego de las llamadas que intercambiaron post PASO. Según reconstruyó Clarín, la comunicación se dio el sábado, antes del viaje de Fernández a España.
Con un objetivo similar, Macri también se contactó con Roberto Lavagna, líder de Consenso Federal, el primero que ante la crisis de los mercados y la escala del dólar pidió dejar de lado la campaña.
Atento a la delicada situación y en sintonía con el pedido de prudencia que extendió a sus adversarios, como contó este diario, Macri bajó línea a su tropa para dejar en stand by la contienda electoral. “La prioridad es garantizar la estabilidad”, indicó un dirigente que integra la Mesa de Acción Política del Presidente.
Más allá de los llamados del jefe de Estado, la primera reunión con la oposición se dio este lunes. Fue entre funcionarios y espadas políticas del oficialismo con el líder del Frente Renovador Sergio Massa, uno de los referentes del Frente de Todos, que ofició de anfitrión en sus oficinas de Avenida Libertador al 800, en la zona de Retiro.
Allí desembarcaron el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y su vice Sebastián García de Luca.
Se trató de un acercamiento informal que el oficialismo consideró como “positivo” ya que el tigrense se mostró abierto al diálogo y, si bien dejó en claro que Macri es quien tiene la responsabilidad de solucionar el tema, dio su visión sobre los pasos que se deben dar para garantizar tranquilidad en medio de la crisis económica.
“Fue una reunión muy positiva. Nuestra intención es explicar qué queremos hacer y escuchar sus propuestas. Vamos a dialogar con todos los sectores de la oposición para tratar de encaminar el proyecto”, dijeron desde las filas oficialistas.
Cerca de Massa coincidieron en que la reunión fue en buenos términos. “Vinieron a pedirle una opinión a Sergio. El les dijo cómo creía que se debía instrumentar la refinanciación y les dio su mirada pensando en el país”, dijeron cerca de Massa.
Según pudo saber Clarín, Massa les transmitió a los funcionarios que cree conveniente que el Gobierno saque el reperfilamiento de la deuda de mediano y largo plazo con un DNU. Y que ese decreto luego se trate en el Congreso, después del 27 de octubre.
De este modo, planteó, la oferta final que tiene que hacer el Ejecutivo sobre las nuevas fechas de vencimiento, la podrá decidir Fernández y su equipo económico,
“Así, se puede avanzar en una oferta y la bajada de martillo la tiene el nuevo Presidente, una vez terminada la elección”, fue el argumento que se escuchó en las oficinas de Retiro.
Massa puso al tanto de la reunión a Fernández, a pesar de la diferencia horaria con España. También, según confiaron en su entorno, el ex jefe de Gabinete conversó con las espadas legislativas del Frente de Todos. La postura, en ese sentido, es uniforme.
En simultáneo al trabajo que el Gobierno y Monzó llevan adelante con los diputados y gobernadores, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; comenzó, junto a Miguel Pichetto, los sondeos en la Cámara Alta con sus pares Carlos Caserio y Marcelo Fuentes.
“El éxito del proyecto depende de ellos. Lo que queremos es que asuman la responsabilidad que tienen en este momento, sin comprometer al gobierno de Alberto”, indicaron fuentes opositoras al tanto de las negociaciones.
“Nuestra idea no es impedir, pero tampoco hacernos cargo de una decisión que tomaron ellos. Vamos a ser responsables, por eso optamos por un silencio muy prudente, pero queremos que el Gobierno le deje herramientas a Alberto”, agregaron.
Con el que todavía no hubo diálogo es con el presidente del PJ, el diputado José Luis Gioja. Al menos eso dijo el sanjuanino: “Nadie del oficialismo se contactó para hablar del proyecto, que no digan otra cosa para justificar su improvisación”, cuestionó en FutuRock. Al tiempo que anticipó que tendrán una posición firme: “Estamos para dar la discusión en el Congreso pero todo tiene su límite. Ellos hicieron la fiesta de la deuda y ahora nos mandan la factura”, graficó.
En el Gobierno, especialmente cerca del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, por el momento no quieren hablar de la posibilidad de que Macri firme otro DNU. “Hay que agotar todas las instancias de negociación, es muy importante mandar una señal contundente”, repiten en Balcarce 50.