
Por Guillermo Apdepnur
22 de abril de 2025
En un contexto donde la calidad de vida y el bienestar ciudadano cobran cada vez mayor relevancia en la agenda pública, el Partido de La Costa se posiciona como un ejemplo de gestión local activa. Bajo la conducción del intendente Juan de Jesús, la Municipalidad viene llevando adelante el programa “Cuidar la Vida”, que recientemente obtuvo resultados concretos: una notable disminución de los reclamos vecinales por ruidos molestos, especialmente aquellos vinculados a escapes modificados en motocicletas.
El impacto positivo de estas acciones no es menor. La contaminación sonora es una problemática silenciosa —aunque irónicamente estridente— que afecta directamente a sectores vulnerables de la población: personas dentro del espectro autista, bebés, adultos mayores y cualquier vecino o vecina que, ante ruidos fuertes y no habituales, pueden experimentar cuadros de ansiedad, insomnio y estrés. Por eso, reducir estos niveles no es solo una cuestión de orden público, sino una verdadera política de salud comunitaria.

Los operativos, coordinados por la Secretaría de Ordenamiento Urbano y Control, a cargo de Adrián González, fueron ejecutados con intensidad durante el último mes, fiscalizando más de 800 vehículos en puntos clave como Mar de Ajó, San Bernardo, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Las Toninas y San Clemente del Tuyú. El trabajo articulado entre la Dirección de Tránsito —liderada por Luciano Graña— y áreas como Seguridad y Nocturnidad, permitió el secuestro de más de 30 motos, logrando disuadir los habituales encuentros de motociclistas con escapes alterados.
Este tipo de intervenciones no solo promueven el cumplimiento de las normativas vigentes, sino que refuerzan un mensaje claro: el espacio público debe ser un lugar seguro, accesible y habitable para todos. Además, se genera un entorno más acogedor para el turismo familiar que año a año elige nuestras playas y localidades para descansar.
Desde el municipio adelantaron que los controles continuarán, consolidando un ambiente más armonioso tanto para residentes como para visitantes. En tiempos donde la convivencia se vuelve un valor a recuperar, acciones como estas son un paso firme hacia un modelo de ciudad más amable, inclusiva y sostenible.