6 octubre 2024
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Guillermo F. Apdepnur

Roma, 16 de septiembre de 2024 – En un momento clave para la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, la máxima conducción sindical fue recibida en audiencia privada por el papa Francisco en el Vaticano.

Este encuentro, que duró poco más de 35 minutos, se interpretó como un gesto de respaldo político del Sumo Pontífice hacia un organismo sindical que enfrenta crecientes cuestionamientos en medio de la difícil situación política y económica del país.

Entre los participantes del encuentro destacó la presencia de reconocidos gremialistas como Héctor Daer, Pablo Moyano y el dirigente gastronómico Argentino “Tito” Geneiro. En su discurso, Francisco alentó a la CGT a defender la justicia social como una herramienta fundamental para mantener el equilibrio en las sociedades modernas. El Papa también resaltó la importancia de la unidad, el trabajo digno, la igualdad de género y la dignidad de las mujeres, pilares sobre los que deben construirse las acciones sindicales.

“Nos exhortó a defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas”, afirmó Daer tras la reunión, destacando el tono de compromiso social del Papa.

La Unidad Sindical como Mensaje Central

El Papa celebró la unidad demostrada por la CGT al presentar una delegación que incluyó a representantes de distintos sectores, incluso de la Economía Popular, como el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Alejandro Gramajo. Este gesto de cohesión sindical fue uno de los puntos más valorados por Francisco, en un momento donde la CGT se encuentra bajo escrutinio y enfrenta desafíos internos y externos.

La comitiva gremial, compuesta por trece dirigentes, aprovechó la ocasión para entregar al Papa un documento titulado “Agenda para un nuevo contrato social. Argentina, hacia un país con desarrollo, producción y trabajo”, un plan elaborado en abril de este año. Según Daer, el Papa se comprometió a leerlo, lo que refuerza la relevancia del encuentro en términos de contenido político y social.

Una Audiencia Distendida pero Significativa

Aunque la situación política de Argentina, bajo el gobierno de Javier Milei, no fue tratada en profundidad, el clima distendido de la audiencia permitió un intercambio cálido entre el Papa y los dirigentes sindicales.

“El Papa nos dijo que le íbamos a dejar las tripas verdes” bromeó Daer, haciendo referencia a los regalos que le entregaron, entre los que se incluían mates, un poncho, cuadros y galletitas de limón Havanna.

El simbolismo del encuentro va más allá del simple protocolo. La CGT se encuentra en un momento crítico, enfrentando desafíos tanto por su legitimidad como por su papel dentro del contexto político argentino.

El mensaje del Papa refuerza la importancia de mantener el compromiso con la justicia social y la dignidad laboral, principios esenciales que, según Francisco, deben guiar a los sindicatos en su labor.

La audiencia en el Vaticano se cerró con los dirigentes sindicales visiblemente satisfechos y llevando consigo un rosario con el escudo pontificio, obsequio del Santo Padre.

Según confirma InfoGremiales, asisten a la reunión los cotitulares de la CGT, Pablo Moyano y Héctor Daer —uno de los principales gestores del encuentro—, acompañados por un reducido grupo de gremialistas. Entre los presentes figuran Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Rodolfo Daer (Alimentación), Cristian Jerónimo (Vidrio), Maia Volcovinsky (Judiciales), Jorge Sola (Seguros) y Marina Jaureguiberry (Docentes Privados).

A este grupo de 10 dirigentes se suma Alejandro Gramajo, líder de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el gremio que agrupa a las organizaciones sociales y que, a través de Juan Grabois, mantiene un estrecho pero tenso vínculo con el Vaticano.

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