
POR: Guillermo Apdepnur
El gobernador bonaerense abrió las sesiones ordinarias con un discurso enfocado en la seguridad, la economía y el rol del Estado ante las políticas del Gobierno nacional.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inauguró este miércoles el 153° período de sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense con un discurso marcado por fuertes críticas al presidente Javier Milei. En su exposición, Kicillof cuestionó el impacto de las políticas del Gobierno nacional en la provincia, defendió el rol del Estado como garante de derechos y anunció un paquete de medidas enfocadas en seguridad, infraestructura y asistencia social.
Desde el recinto legislativo, el mandatario bonaerense hizo un balance de su gestión y delineó los ejes de trabajo para este año, en un contexto de creciente tensión entre el gobierno nacional y las provincias. Su mensaje estuvo atravesado por una postura de confrontación con la administración de Milei, a quien acusó de “desertar” de sus responsabilidades y de emprender un plan para desmantelar el Estado.
Seguridad: un eje clave en su discurso
Uno de los puntos centrales de la alocución de Kicillof fue el refuerzo de la seguridad en la provincia. En respuesta a lo que consideró un abandono de recursos por parte de la Nación, el gobernador anunció una inversión de 170 mil millones de pesos para fortalecer la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad provinciales.
Los principales anuncios en materia de seguridad incluyen:
La adquisición de 1.200 nuevos patrulleros (800 para la Policía Bonaerense y 400 adicionales a través de un fondo municipal).
La creación de 15 nuevas bases de fuerzas especiales para reforzar la vigilancia en barrios con altos índices de violencia.

El impulso a un plan provincial de desarme, orientado a reducir la circulación de armas ilegales.
Un paquete de reformas para endurecer penas por tenencia ilegal de armas y establecer un programa de seguimiento para menores en conflicto con la ley.
Kicillof subrayó que “la seguridad no se resuelve con discursos de campaña, sino con políticas efectivas”, marcando una diferencia clara con el enfoque del Ejecutivo nacional.

Críticas al modelo económico y advertencias sobre su impacto en la provincia
Otro eje fundamental del discurso fue la situación económica nacional. Kicillof cuestionó la estrategia del Gobierno nacional, al que acusó de aplicar un ajuste que “golpea a los sectores más vulnerables” y perjudica la actividad productiva.
El gobernador describió un panorama crítico, señalando que la paralización de la obra pública y el recorte de transferencias han obligado a la provincia a reasignar recursos en áreas esenciales como salud, educación y seguridad. Además, advirtió sobre la concentración de la riqueza y el aumento de la desigualdad, destacando que la dependencia del país del Fondo Monetario Internacional implica “más deuda externa y menos futuro”.
El caso Kim y la “política carroñera”
En un tramo emotivo de su discurso, Kicillof se refirió al asesinato de Kim Gómez, la niña que perdió la vida en un asalto, y criticó a quienes, según él, “buscan sacar ventaja política de una tragedia”. Sin nombrar directamente a dirigentes, calificó de “caranchos” a quienes utilizaron el dolor de la familia para fines electorales y denunció lo que consideró una “política carroñera” por parte del Gobierno nacional, que, a su juicio, se limita a opinar y criticar desde la tribuna.
La disputa con Milei y el rol del Estado
Kicillof profundizó su confrontación con el Gobierno nacional, acusando al presidente Milei de conducir un proyecto que busca desmantelar el Estado y abandonar a las provincias. Según el gobernador, desde el primer día de su gestión, Milei dejó claro su objetivo: eliminar las funciones esenciales del Estado y adoptar políticas que afectan a la seguridad, la educación, la salud y la infraestructura.
El mandatario calificó este enfoque como parte de un plan deliberado para “dividir para debilitar” y reafirmó que su administración seguirá defendiendo un Estado presente y garantista de derechos.

Federalismo y autonomía provincial: “No nos someteremos a amenazas ni extorsiones”
En otro segmento de su alocución, Kicillof envió un mensaje directo a Milei, enfatizando que los gobernadores “no son empleados del presidente” y que su responsabilidad es defender los intereses de sus provincias. “La provincia de Buenos Aires no se somete a amenazas ni extorsiones”, afirmó, subrayando la importancia de la autonomía provincial y la defensa del federalismo. Asimismo, agradeció el respaldo de dirigentes de distintos espacios políticos ante lo que calificó como “ataques del Gobierno nacional”.
Contexto electoral e ideológico
En el marco de un año electoral, el discurso de Kicillof adquiere una dimensión adicional al enmarcar la contienda política en diferentes niveles. Es importante destacar que, a nivel nacional, el oficialismo se identifica con una línea libertaria, representada por el presidente Javier Milei, cuya gestión apuesta por un ajuste fiscal, la reducción del Estado y la liberalización económica. Por otro lado, en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo se alinea con la tradición peronista, encabezada por Axel Kicillof, que defiende un Estado intervencionista y la protección de derechos sociales. Esta dicotomía ideológica se refleja en la manera en que ambos gobiernos abordan temas como la seguridad, la inversión estatal y la política económica, en un escenario en el que se disputan el futuro político del país.
Conclusión: un discurso de confrontación y reafirmación de principios
El mensaje de Kicillof dejó en claro que la relación entre la provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional atraviesa un momento de máxima tensión. Con un tono firme y confrontativo, el gobernador planteó una postura de resistencia frente a las políticas de Milei, defendiendo la necesidad de un Estado presente y garantista en un contexto marcado por profundas diferencias ideológicas.
A pesar de las críticas y el ambiente de confrontación, el discurso se enmarca en un año electoral, donde la definición entre un oficialismo nacional libertario y un oficialismo provincial peronista adquiere especial relevancia para los votantes. Con ello, Kicillof no solo reafirma su compromiso con la gestión de la provincia, sino que también se posiciona como un actor clave en la configuración del futuro político en un escenario polarizado y en constante transformación.