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Guillermo F. Apdepnur

En el corazón de la provincia de Buenos Aires, un hombre ha demostrado que el amor por una comunidad puede trascender fronteras y convertirse en un motor de cambio.

Guillermo Ariel Ferreyra, conocido cariñosamente como “el Ñoqui” entre sus amigos, es un vecino de San Clemente del Tuyú, con fuertes raíces Lavallenses.

Hace más de una década y media, decidió entregarse de lleno a la vida y el progreso de General Lavalle Bs.As.

Un emprendedor con visión comunitaria

Ferreyra comenzó su vínculo con General Lavalle a través de un emprendimiento inmobiliario en la zona conocida como “La Chacrita”.

Sin embargo, lo que comenzó como un proyecto de negocios pronto se transformó en una pasión por el desarrollo y bienestar de la comunidad lavallense.

De empresario a servidor público

El amor por General Lavalle llevó a Ferreyra a incursionar en la política local. Estableció su domicilio legal en la localidad y comenzó a dedicar gran parte de su tiempo a actividades altruistas en la zona.

Entre sus contribuciones más destacadas se encuentran:

  • Gestión para la obtención de lentes y medicamentos para vecinos.
  • Mejoras en la iluminación pública y planes de seguridad comunitaria.
  • Ayuda a merenderos de la localidad de forma anónima y desinteresada.
  • Asistencia económica a personas en situación vulnerable.
  • Coordinación de la red de Suero Antiofídico (VIPERFAV®), garantizando el almacenamiento y la cadena de frío de estos vitales antídotos

Relaciones políticas y aspiraciones

En su trayectoria política, Ferreyra ha forjado importantes relaciones que han influido en su carrera. Destaca su cercanía ideológica con Osbaldo Goicoechea, conocido como “El Vasco”, quien fuera intendente de General Lavalle y se convirtió en una especie de padrino político para Ferreyra en sus primeros pasos en la política local.

Asimismo, mantiene una estrecha amistad con Marcos García, apodado “Cotoco”, ex concejal y candidato a intendente de La Costa en varias ocasiones, a quien Ferreyra considera un amigo personal.

En un giro interesante para alguien considerado disruptivo en materia política, Ferreyra ha mantenido conversaciones con el Dr. José Humberto Rodríguez Ponte, dos veces intendente de General Lavalle. En estas reuniones, Ferreyra se ha ofrecido para ser el delegado de Las Chacras de General Lavalle, una zona que conoce profundamente y donde es muy querido y reconocido.

Sin embargo, a pesar de su conocimiento del área y su popularidad entre los vecinos, esta oportunidad no se ha materializado aún. Las razones detrás de esta situación permanecen en el ámbito de los entresijos de la política local, lo que Ferreyra describe como “los pasillos de la política mezquina”.

Un político pragmático

Aunque se identifica con la ideología peronista, Ferreyra ha demostrado ser un político pragmático. “No hay tareas o cargos grandes o pequeños, hay decisiones grandes o pequeñas como el compromiso de las personas”, afirma. Su enfoque trasciende las banderas partidarias, buscando colaborar desde cualquier espacio político en pos del bien común.

Sueños y desafíos

Su persistencia y compromiso continúan siendo su carta de presentación mientras busca nuevas oportunidades para demostrar su valía en la arena política local.

A pesar de sus nobles intenciones, Ferreyra ha enfrentado obstáculos en su carrera política. Su sueño de ser concejal e incluso intendente del partido aún no se ha materializado. Sin embargo, esto no ha mermado su entusiasmo por servir a la comunidad.

Una mirada al futuro

“No me considero una persona indispensable o que tenga la solución a todos los problemas que enfrenta gran parte de la comunidad lavallense, pero pido la oportunidad de poder aportar un granito de arena y así mejorar la situación de muchos vecinos lavallenses “, declara Ferreyra.

El caso de Guillermo Ferreyra es un testimonio de cómo el amor por una comunidad puede impulsar a una persona a dedicar su vida al servicio público, incluso cuando el camino está lleno de desafíos y obstáculos. Su historia en General Lavalle sigue escribiéndose, con la esperanza de que su dedicación y conocimiento de Las Chacras pueda finalmente traducirse en un rol oficial que le permita servir aún más a la comunidad que ha adoptado como propia.

La transparencia es una cualidad valiosa, pero como muchas cosas en la vida, requiere equilibrio. Ser completamente transparente puede, paradójicamente, hacer que pases desapercibido al no dejar nada a la imaginación o al interés de los demás. La clave está en encontrar un balance entre la honestidad y el misterio, compartiendo lo suficiente para ser auténtico, pero manteniendo aspectos de ti mismo que inviten a otros a querer descubrir más.

En última instancia, la visibilidad no solo depende de cuánto revelas, sino de cómo lo haces y del valor que aportas en cada interacción. La transparencia estratégica, más que la total, puede ser la clave para mantenerse visible e interesante en un mundo saturado de información.