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Por Guillermo Apdepnur

En el paraje Pavón, partido de General Lavalle, crece una experiencia social que incomoda por igual al oficialismo radical y al peronismo local. La encabeza Oscar Derganz, militante de base, profundamente identificado con la historia del peronismo, pero desencantado con su presente institucional. Junto a un grupo de vecinos impulsa la agrupación “Manos de General Lavalle”, un espacio solidario que responde a las urgencias cotidianas sin bandera partidaria ni recursos del Estado.

Oscar Derganz no disimula su decepción. Ni con la gestión de Nahuel Guardia (UCR), a la que acusa de gobernar de espaldas a la comunidad, ni con el Partido Justicialista local, al que ve adormecido, más pendiente de sus internas que de los problemas reales del pueblo. “Guardia gobierna para las estadísticas, no para la gente”, suele repetir con bronca y convicción en cada asamblea vecinal.

Su rechazo no es solo una reacción a la coyuntura, sino el fruto de una evolución ideológica que hoy lo encuentra cercano a las ideas de Martín Ayerbe y el Movimiento de Liberación Nacional (MLN). Derganz reivindica un peronismo soberanista, productivo y con fuerte contenido social, crítico del alineamiento automático con los aparatos partidarios y profundamente enfrentado al neoliberalismo camuflado en gestiones “prolijas” pero vacías de pueblo.

Esa perspectiva se traduce en hechos. Mientras el oficialismo multiplica anuncios y fotos de gestión que no llegan a Pavón, y el peronismo institucionalizado , el PJ tradicional— que según el permanece ausente, Oscar Derganz y su grupo de personas arman redes solidarias desde abajo: meriendas, roperos comunitarios, contención, ayuda concreta. Donde la política no pisa, “Manos de General Lavalle” construye. Donde otros debaten cargos, ellos tejen comunidad. expreso Oscar

“No hace falta ser concejal para tener compromiso con la comunidad”, lanzó Oscar hace unos días frente a vecinos del barrio. Y agregó, con una mezcla de tristeza y firmeza: “Yo No me fui del Peronismo. El Peronismo se fue de la gente”.

Lo que sucede en Pavón no es una excepción: es síntoma. Una dirigencia peronista que va perdiendo territorio y con poco oído o interpretación social; se le suma un oficialismo municipal desentendido del interior profundo, chacras, zonas rurales, Pavón ; y una militancia que —como en el caso de Derganz— elige seguir activa, pero por fuera de estructuras porque ya no se sienten representados.

En las últimas semanas, Derganz dio un paso más: anunció el respaldo a Martín Ayerbe, referente del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y excandidato presidencial en el 2023, cuya postulación fue frustrada por la falta de avales, en lo que muchos consideran una forma encubierta de proscripción. “Hoy arrancamos una etapa distinta, un peronismo nuevo, con las manos del pueblo y sin el visto bueno de los de siempre”, expresó. Desde “Manos de General Lavalle” iniciaron la campaña de adhesiones y afiliaciones para competir tanto a nivel local como nacional, con la mira puesta en las legislativas. Lejos de los sellos tradicionales, la agrupación proyecta una nueva construcción política desde abajo, fiel a su lema: «Un peronismo Nuevo que no pide permiso«.