El Partido de la Costa, una región caracterizada por su fragilidad geográfica y alta vulnerabilidad climática, enfrenta uno de sus mayores desafíos: la preservación de su frente marítimo. La iniciativa en Santa Teresita representa un punto de inflexión en la gestión territorial y ambiental de la zona.
Contexto Técnico de la Intervención
La obra de preservación costera entre las calles 39 y 40 de Santa Teresita no es solo un proyecto de infraestructura, sino una respuesta estratégica contra la erosión marina. Las características principales de esta intervención incluyen:

- Técnica de Contención: Uso de gaviones y bloques rocosos con una pendiente específica de 30 grados, diseñada para disipar la energía de las olas sin comprometer la morfología playera.
- Objetivo Ambiental: Frenar la degradación costera, preservando tanto la infraestructura crítica (como el Pozo de Bombeo) como la dinámica natural del ecosistema costero.
Importancia Estratégica del Proyecto
Lo verdaderamente significativo no es solo la obra en sí, sino la decisión política de ejecutarla. El proyecto, impulsado por la Cooperativa de Servicios Públicos y la administración del Intendente Juan de Jesús, representa un modelo de gestión proactiva frente al cambio climático.
Innovación Metodológica
El diseño del ingeniero Eduardo Kreimer introduce una metodología pionera en Argentina, inspirada en experiencias internacionales de manejo costero. La particularidad radica en mantener el nivel de playa mientras se implementan medidas de contención.
Desafíos y Perspectivas
La intervención reconoce la complejidad del entorno marino, donde cada metro de costa representa un ecosistema dinámico y frágil. La obra no busca únicamente construir, sino dialogar con la naturaleza, comprendiendo sus ciclos y limitaciones.
Consideraciones Técnicas Clave
- Ubicación estratégica del Pozo de Bombeo en el punto más bajo de Santa Teresita
- Implementación de estudios de impacto ambiental previos
- Continuidad de la obra durante la temporada estival

Conclusión
Este proyecto trasciende la simple defensa costera. Representa un modelo de gestión territorial inteligente, donde la decisión política, el conocimiento técnico y la comprensión ambiental confluyen para proteger un territorio vulnerable.
La costa no es solo un límite geográfico, es un ecosistema vivo que requiere intervenciones quirúrgicas, precisas y respetuosas. Santa Teresita ha dado un paso fundamental en esta dirección.
