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Por: Guillermo Apdepnur

El investigador Abel Basti, que ya encontró un naufragio que podría ser un submarino alemán, se topó con las embarcaciones en las costas de Camarones. Los análisis para determinar si son de la Armada de Adolf Hitler. Y los testimonios de vecinos de la zona.

Nuevos hallazgos refuerzan teoría sobre presencia nazi en Argentina

El mito de la llegada de submarinos nazis a las costas argentinas tras la Segunda Guerra Mundial sumó un nuevo capítulo. El investigador Abel Basti, conocido por sostener la hipótesis de que Adolf Hitler vivió en Sudamérica, descubrió recientemente cuatro botes metálicos en la localidad de Camarones, Chubut, que podrían estar vinculados a desembarcos clandestinos de submarinos alemanes.

“Son dos pares de embarcaciones que si se confirma están vinculadas con el desembarco desde dos U-Boots alemanes que lo hicieron en esta zona en forma clandestina”, explicó Basti en diálogo con Infobae. El hallazgo se produjo en dos bahías separadas por aproximadamente seis kilómetros, áreas que en 1945 estaban deshabitadas y que actualmente pertenecen a terrenos protegidos del magnate Douglas Tompkins.

Otros epicentros de la presencia nazi: Investigaciones en General Lavalle

Las investigaciones sobre la llegada de submarinos nazis a Argentina no se limitan a la Patagonia. La Ría de General Lavalle, en la provincia de Buenos Aires, también ha sido objeto de exploraciones recientes. Según informes de investigadores locales, existen indicios de que minisubmarinos alemanes habrían utilizado esta zona como punto de desembarco tras la Segunda Guerra Mundial.

La geografía de la Ría, con sus numerosos canales y zonas de difícil acceso, habría proporcionado el escenario perfecto para operaciones clandestinas. General Lavalle se perfila así como otro posible epicentro de desembarco de jerarcas y militares nazis en territorio argentino, aprovechando la menor vigilancia y la proximidad relativa a Buenos Aires.

Los testimonios de antiguos pobladores de la zona coinciden en haber visto actividad inusual durante las noches de 1945 y 1946, con luces que se movían por los canales y embarcaciones pequeñas que aparecían y desaparecían sin explicación aparente.

El misterioso caso del RAF EP en aguas uruguayas

Otro elemento que añade intriga a esta historia es el caso del RAF EP, un submarino que fue hundido poco después de finalizada la Segunda Guerra Mundial en aguas uruguayas, aparentemente mientras se dirigía hacia Argentina. Según los registros históricos, toda su tripulación fue rescatada por la marina uruguaya, aunque las circunstancias exactas del hundimiento y la identidad de los tripulantes permanecen envueltas en cierto misterio.

Algunos historiadores sugieren que el RAF EP podría haber formado parte de una operación mayor de traslado de personal y posiblemente bienes nazis hacia Sudamérica. El hecho de que la tripulación fuera rescatada y presumiblemente liberada, en lugar de ser detenida, ha generado especulaciones sobre posibles complicidades oficiales en la región.

La historia detrás de los botes

Según Basti, estas embarcaciones podrían formar parte de un “plan de evacuación masiva del Tercer Reich” hacia Argentina. “Pude ver documentos desclasificados soviéticos que hablaban de estos viajes de escape al finalizar la Segunda Guerra Mundial”, asegura el investigador.

Las características de los botes coinciden con los diseños utilizados en submarinos alemanes. “Tienen mucha profundidad cada bote y son de una chapa fina. Creo que el objetivo era hacerlos livianos para poder guardarlos en el submarino”, explica Basti, quien también señala que estos botes tienen la particularidad de poder unirse por la popa para formar una embarcación mayor.

Durante la década de 1950, estos botes fueron utilizados por pobladores locales para la extracción de algas, antes de ser abandonados. “Tienen varias capas de pintura, pero igual no son embarcaciones de pesca comunes como muchas de las que hay en la zona”, añade el investigador.

Testimonios que respaldan la teoría

Los relatos de antiguos habitantes de Camarones parecen reforzar la hipótesis de la presencia nazi en la región. Juan Trucco, poblador de la estancia Santa Elena, contó en 1999: “En el invierno de 1945 estaba en la estancia, vivía allí. Unas semanas después de que terminara la guerra, una mañana, vimos gente en botes que andaban por la bahía. Estaban uniformados y llevaban aparatos de radio.”

Juan Enrique Lacoste, otro residente de la zona, agregó: “Lo que además vi es que cuando esos hombres de uniforme llegaron a la playa y desembarcaron, lo primero que hicieron fue ponerse a hacer ejercicios y a respirar aire puro, como si hiciera mucho tiempo que estuvieran encerrados”.

Otros testimonios mencionan operaciones de abastecimiento de submarinos. Clemente Monchot, ex comisario de la policía de Chubut, afirmó que “desde Punta Rojas, en el extremo sur del puerto Santa Elena, se efectuaron abastecimientos de submarinos durante toda la guerra” por parte de Christian Poppe, un alemán propietario de estancias en la región.

Un misterio que persiste

El hallazgo de estos botes se suma al descubrimiento previo de Basti de un posible submarino alemán naufragado frente a las costas de Quequén hace menos de dos años. Aunque un especialista italiano confirmó su origen nazi, según el investigador, el Estado argentino no ha investigado oficialmente estos restos.

Basti sostiene que al menos 10 submarinos alemanes llegaron a las costas argentinas después de la guerra, y que muchos fueron deliberadamente hundidos tras su llegada. Su próximo paso será analizar el material metálico de los botes hallados en Camarones para confirmar su origen.

Mientras tanto, el investigador continúa su búsqueda incansable de evidencias sobre la presencia nazi en la Patagonia y otras regiones de Argentina, viendo en cada hallazgo una confirmación de sus teorías sobre el paso de alemanes fugitivos por el sur del continente americano tras la caída del Tercer Reich.