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La empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) prepara un incremento tarifario que sacudirá la economía de más de 2,6 millones de usuarios en la provincia de Buenos Aires, con un impacto particularmente sensible durante la temporada estival, cuando el consumo de agua se dispara.

Un Aumento Escalonado con Fuerte Impacto Económico

El ajuste, que alcanzará hasta un 125% en total, se implementará de manera progresiva, con incrementos significativos en enero y febrero que llevarán las facturas a valores que duplicarán los montos actuales. El precio del metro cúbico pasará de $72,54 a $163,22, generando una presión económica adicional sobre los hogares bonaerenses.

Verano: El Peor Momento para un Aumento Tarifario

La temporada estival representa un período crítico para el consumo de agua, caracterizado por:

  • Mayor uso doméstico por altas temperaturas
  • Incremento en el consumo por actividades recreativas
  • Necesidad de riego en jardines y espacios verdes
  • Uso más frecuente de piletas y sistemas de refrigeración

Estos factores provocan un aumento natural del consumo, que ahora se verá multiplicado por una tarifa significativamente más elevada.

Impacto en el Salario Real

El aumento de ABSA no llega solo. Se suma a una compleja situación económica donde:

  • La inflación erosiona constantemente el poder adquisitivo
  • Los salarios no logran compensar el ritmo de los aumentos
  • Los gastos fijos representan cada vez un porcentaje mayor del ingreso familiar

Según la información proporcionada por ABSA, aunque argumentan que el 89% de los usuarios experimentarán un aumento menor a $3.000, la realidad es que para muchas familias este incremento representa una carga económica adicional en un contexto de alta volatilidad económica.

Declaraciones y Justificaciones

ABSA sostiene que la factura promedio por servicios de agua y cloacas residencial será de $8.227, indicando que:

  • El 43% de los usuarios pagarán menos de $1.000 adicionales
  • El 28% pagará menos de $2.000 extra

Sin embargo, estas cifras no logran mitigar la preocupación de los usuarios sobre el impacto real en sus economías domésticas.

Conclusión

El aumento tarifario de ABSA no solo representa un incremento en el costo del servicio, sino que se convierte en un síntoma más de la compleja realidad económica que enfrentan los bonaerenses, donde cada nuevo gasto fijo erosiona aún más el ya disminuido salario real.

Los ciudadanos esperan que las autoridades regulen estos aumentos y garanticen la accesibilidad de un servicio básico e indispensable como el agua potable.