Por Martín Dinatale
Fue una reunión cordial y se hablaron de todos los temas vinculados con la relación bilateral, la economía que se viene y los problemas de la región. Pero hubo un eje de la charla que generó preocupación: el presidente electo Alberto Fernández deslizó a la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen, la posibilidad de que cuando asuma el poder en la Casa Rosada decida derogar el decreto que firmó Mauricio Macri para declarar a Hezbollah como organización terrorista.
La iniciativa de Fernández despertó mucha preocupación en la diplomacia de Jerusalén, según consignó a Infobae el embajador argentino en Israel, Mariano Caucino, y hay también una alerta en la comunidad judía local y en Estados Unidos.
Consultada por este medio, sobre el encuentro que mantuvo hace diez días con Alberto Fernández en Puerto Madero, la embajadora Ronen afirmó: “Hablamos de varios temas. Como usted imaginará, para nosotros que haya justicia en relación a los atentados es un tema muy importante”. Inmediatamente reconoció que el tema de Hezbollah y la posibilidad de que sea excluido de la lista de agrupaciones terroristas en Argentina “es un tema que estuvo incluido también”.
De esta manera, Ronen remarcó que en las conversaciones con el mandatario electo se abordó el planteo de Jerusalén de que los responsables del atentado a la AMIA y a la embajada de Israel en Buenos Aires, de acuerdo a la ley argentina, sean signados como miembros de una organización terrorista.