Comparte en tus redes
Guillermo F. Apdepnur

La persistente búsqueda de verdad y justicia marca otro aniversario doloroso en el Partido de La Costa. Han transcurrido 23 años desde aquel fatídico 25 de octubre de 2001, cuando las calles de Santa Teresita fueron testigos mudos de una desaparición que continúa sin respuestas, dejando una herida que el tiempo no ha podido cicatrizar.

La causa, que ha atravesado numerosos obstáculos en su desarrollo judicial, prescribió por el mero paso del tiempo, no por falta de culpables ni por declaración de inocencia. Una realidad que golpea duramente a la familia y a toda una comunidad que exige respuestas. Las irregularidades en la investigación inicial, como la contaminación de evidencia crucial y procedimientos incorrectos, han sido factores determinantes en la falta de resolución del caso.

Sin embargo, existe un rayo de esperanza en el horizonte judicial. Actualmente se estudia la posibilidad de recategorizar el caso como delito de lesa humanidad, lo que evitaría su prescripción. Además, la causa ha llegado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aunque los tiempos procesales son extensos.

El dolor se profundizó hace apenas un mes con el fallecimiento de la madre de la víctima, quien, según describen sus familiares, “gastó su noble corazón de tanto dolor”. A pesar de esta pérdida, la lucha continúa incansable.

Este 25 de octubre, como cada año, la comunidad se reunirá en la Diagonal que hoy lleva el nombre de la víctima, en la intersección de las calles 3 y 29 de Santa Teresita. El acto, aunque más íntimo este año, mantendrá viva la llama de la memoria y el reclamo de justicia.

La impunidad sigue pesando en el aire de La Costa. El silencio de quienes conocen la verdad se mantiene como una sombra que oscurece la justicia, mientras una familia y una comunidad entera continúan en la incansable búsqueda de respuestas. No buscan venganza, sino verdad; no persiguen el castigo sin sentido, sino la justicia que merece toda desaparición sin resolver en nuestro país.

La pregunta sigue resonando en las calles costeras: ¿Hasta cuándo el silencio? ¿Hasta cuándo la impunidad?

[Nota editorial: Esta pieza periodística fue redactada con el máximo respeto hacia las víctimas y sus familiares, omitiendo deliberadamente detalles específicos sobre los presuntos responsables, en concordancia con los principios éticos del periodismo y el estado actual de la causa judicial]